La filosofía del marketing no trata de convencer, sino de comprender.
Comprender al otro, al contexto, al sentido de lo que se ofrece. Cuando el marketing deja de ser manipulación y se convierte en diálogo, aparece la posibilidad de crear relaciones en vez de transacciones.
Comprender al otro, al contexto, al sentido de lo que se ofrece. Cuando el marketing deja de ser manipulación y se convierte en diálogo, aparece la posibilidad de crear relaciones en vez de transacciones.