Hay métricas que suben…
pero no sostienen.
pero no sostienen.
Y hay gestos invisibles
que cambian el curso de una vida,
de una marca, de un mundo.
El impacto no se mide en volumen.
Se mide en transformación.
El nuevo marketing no busca viralidad vacía.
Busca resonancia profunda.
Ecos que se quedan,
aunque nadie los aplauda.
Lo verdaderamente valioso no siempre brilla.
Pero deja huella.