En el futuro, una marca no será solo una identidad visual o verbal, sino un conjunto de algoritmos que interactúan, aprenden y se adaptan con cada usuario.
Pero no cualquier algoritmo: serán algoritmos con valores, con ética, con intención. No solo sabrán qué decir, sino por qué decirlo.
Transformación clave:
De marcas estáticas a inteligencias simbólicas.
De logos a presencias vivas, conscientes y adaptativas.