Estamos tan ocupados que olvidamos por qué hacemos lo que hacemos.
El exceso de actividad se ha vuelto
una forma sofisticada de evasión.
El exceso de actividad se ha vuelto
una forma sofisticada de evasión.
Ser productivo ya no es sumar tareas,
sino seleccionar con lucidez.
Elegir lo esencial,
aunque eso implique decepcionar expectativas ajenas.
La conciencia productiva no busca llenar el día.
Busca vaciarlo de ruido
hasta que solo quede lo que importa.
Hacer menos no es rendirse.
Es afinar el sentido.