Conversar con una IA ya no es un acto técnico, es un acto cultural.
Cada pregunta, cada instrucción, cada dato que entregas es una pieza de ti que se integra en un sistema que no controlas.
El marketing digital que no entienda esta cesión de identidad trabajará en la oscuridad.
Cada pregunta, cada instrucción, cada dato que entregas es una pieza de ti que se integra en un sistema que no controlas.
El marketing digital que no entienda esta cesión de identidad trabajará en la oscuridad.
No se trata solo de quién posee la información, sino de quién la interpreta.
Y en un mundo posthumanista, el valor ya no está en los datos que guardas, sino en los significados que otros extraen de ellos.