El mercado celebra a los ganadores.
Las métricas premian a los que escalan.
Pero lo verdaderamente humano
no se mide en éxitos.
Las métricas premian a los que escalan.
Pero lo verdaderamente humano
no se mide en éxitos.
El coraje está en sostener una visión
aunque duela, aunque falle, aunque tarde.
En defender una verdad incómoda
cuando sería más fácil disfrazarla de tendencia.
En aceptar que hay derrotas necesarias
que construyen dignidad más que cualquier triunfo.
El coraje posthumanista no busca gloria:
busca coherencia.