El liderazgo tradicional se basaba en el control,
en ordenar, motivar, supervisar.
en ordenar, motivar, supervisar.
Pero en el nuevo ecosistema digital,
el líder no impone ritmo: lo sincroniza.
El liderazgo posthumanista no consiste en mandar,
sino en afinar frecuencias.
Detectar tensiones invisibles,
armonizar talentos diversos,
y mantener la coherencia del propósito común.
El líder del futuro no será quien más hable,
sino quien escuche con precisión vibracional.