Vivimos en modo automático.
Cumplimos tareas, enviamos informes, producimos resultados.
Cumplimos tareas, enviamos informes, producimos resultados.
Pero cuando la mente se separa del acto,
el trabajo se vuelve simulacro.
La conciencia productiva no busca más eficiencia,
busca presencia total.
Estar por completo en lo que se hace,
sin disociarse del sentido que lo sostiene.
Porque lo que se hace sin conciencia
solo deja rastro en las estadísticas,
no en la historia.