El pensamiento intuitivo no desaparece con la IA, sino que se vuelve más potente al integrarse con datos y patrones que el ojo humano no puede ver.
El marketing posthumanista no renuncia a lo humano: lo refuerza desde lo invisible, permitiendo tomar decisiones más sabias, rápidas y resonantes.
Transformación clave:
De la intuición aislada a la intuición aumentada.
De decisiones subjetivas a decisiones profundamente informadas sin perder alma.