La transformación digital no consiste en estar presente en todas partes.
Consiste en diluir la frontera entre lo humano y lo tecnológico.
Consiste en diluir la frontera entre lo humano y lo tecnológico.
El error es pensar que lo digital es una herramienta.
Lo digital es un medio vital,
como el aire o el agua.
No sobrevivirá la empresa que se adapte a lo digital,
sino la que logre fundirse con él
hasta el punto de que su identidad no sea la de una marca,
sino la de un flujo vivo de interacciones.
En el futuro, el poder no será tener presencia digital.
Será ser digitalidad pura.