El conocimiento se abarata,
la información se acumula,
las respuestas ya no son escasas.
la información se acumula,
las respuestas ya no son escasas.
Lo raro, lo valioso, lo humano,
será la capacidad de abrir grietas en lo obvio.
De formular preguntas
que obliguen a pensar más allá del marco,
que incomoden a las máquinas,
que incomoden a los mercados,
y que nos incomoden a nosotros mismos.
El talento del futuro no será saber,
sino atreverse a preguntar lo que nadie quiere escuchar.