La era de la seducción está muriendo.
Ya no necesitamos que las marcas nos convenzan,
sino que nos sintonicen.
Ya no necesitamos que las marcas nos convenzan,
sino que nos sintonicen.
El marketing posthumanista no busca adhesión,
busca afinidad vibracional.
Las marcas no serán voces que gritan,
sino presencias que resuenan
con nuestros estados mentales y éticos.
El nuevo reto no será impactar,
sino vibrar en la misma frecuencia que las personas conscientes.
El futuro no se conquista.
Se comparte en resonancia.