Creemos que la inspiración llega cuando todo está en calma,
cuando el ruido desaparece y el mundo se detiene.
cuando el ruido desaparece y el mundo se detiene.
Pero la verdadera creatividad no nace del silencio,
sino de la presión del desbordamiento.
De una mente que no puede contener más información,
más contradicciones, más deseos no expresados.
El acto creativo es una fuga controlada:
un modo de transformar el exceso en forma,
el caos en sentido.
No hay vacío fértil,
solo exceso bien metabolizado.