En un mundo saturado de mensajes,
callar puede ser un acto revolucionario.
callar puede ser un acto revolucionario.
Pero no todo silencio libera.
Hay silencios que ocultan,
silencios que manipulan,
y silencios que acompañan.
La comunicación ética no consiste en hablar más,
sino en elegir cuándo el silencio construye.
Porque no decir nada también es decir algo,
y en esa nada puede habitar
la forma más profunda de respeto o de engaño.